Soy artista, docente e investigador, y me fascina la idea de que el arte pueda abrir caminos hacia la inclusión y la participación activa en la sociedad. Creo en la imaginación, la diversidad y la adversidad como motores de conocimiento y transformación. Ciencia y arte son formas distintas de mirar o representar el mundo: mientras la ciencia procura organizarlo mediante métodos racionales y observación sistemática, el arte nos permite intuir complejas realidades ininteligibles, cuestionar la normalidad dada e imaginar otros mundos posibles. La ciencia contemporánea, cada vez más abierta a la indeterminación, se aproxima a la estética. Y nuevas formas de experiencia pueden germinar en ese territorio liminar entre razón y la intuición creativa