Ayer se celebró la sesión final del proyecto jUGaR 2025, un encuentro que puso de manifiesto la creatividad y el talento de los estudiantes participantes. Durante esta jornada, se presentaron los prototipos de los juegos de mesa desarrollados a lo largo del programa formativo, acompañados de videotutoriales en los que los propios autores explicaban las reglas y dinámicas de juego.
La calidad y originalidad de los diseños sorprendió gratamente a todos los asistentes. Los juegos exhibidos demostraron un dominio profundo de las mecánicas lúdicas y de la narrativa, así como un sobresaliente cuidado de los detalles y de la estética. De hecho, varios de los prototipos presentados estarían perfectamente a la altura de productos ya presentes en tiendas especializadas, lo que ha abierto la puerta a nuevas posibilidades de proyección.
Tanto es así que ya se está planteando la participación, con el respaldo del Vicerrectorado de Innovación Social, Empleabilidad y Emprendimiento, en el concurso de prototipos de la feria internacional “Meeple Factory”, el mayor evento del sector en Granada y un referente nacional en el ámbito del diseño de juegos de mesa.
Pero jUGaR ha sido mucho más que un programa formativo, ha sido una experiencia transformadora con impacto social. Una de las claves del éxito de jUGaR ha sido su dimensión intergeneracional y educativa. El programa incluyó talleres colaborativos con personas mayores de 65 años y con alumnado de centros escolares, promoviendo el juego como herramienta para fomentar la comunicación, la creatividad y el bienestar entre generaciones. Esta perspectiva social se amplió incluso más allá de Granada, con una destacada intervención en un instituto de Jódar (Jaén), donde diez estudiantes compartieron con más de 150 alumnos de secundaria los beneficios del juego como recurso pedagógico.
El balance del proyecto no puede ser más positivo. jUGaR ha permitido a los estudiantes convertirse en diseñadores con conciencia social, ha ofrecido a las personas mayores un espacio de expresión y conexión con la juventud, y ha mostrado a los más pequeños nuevas formas de aprender jugando.
Con jUGaR 2025, la Universidad de Granada consolida su compromiso con la innovación y la implicación social, demostrando que jugar no es solo cosa de niños: es una poderosa herramienta de transformación social.
Este proyecto ha sido coordinado por Isaac Pérez y su equipo de colaboradores, quienes han jugado un papel clave en la dirección y organización de las actividades que han permitido que este programa tuviera un impacto tan significativo.
