Autora: Marianna Martínez Alfaro. Circular Society Labs.
Universidad de Zaragoza
La innovación es entendida como una forma de aplicar “otra mirada” a los escenarios de cambio. Conscientes de la vorágine tecnológica en la que vivimos, consideramos que la verdadera innovación está en las personas. La realidad nos demuestra que la innovación de hoy en día está más impulsada por la creatividad de las personas que por la investigación científica. Por tanto, la innovación está en manos de todos.
Algunas definiciones de innovación integran los criterios de generación de ideas nuevas y su aplicación a las organizaciones (Amabile, 1983, 1988 y muchos otros autores como Findlay y Lumdsen, 1989, etc.). Kanter (1988) presenta su modelo de innovación y creatividad dentro de la organización y define innovación como “La creación y explotación de nuevas ideas” (p. 170). Drucker (1985) amplia el concepto y lo define como la disposición e investigación organizada de cambios. Amabile (1989) propone la siguiente definición: “Innovación organizacional es la
implementación exitosa de ideas creativas en una organización” (p. 126).
Partiendo de la idea de que las universidades deben generar innovaciones si quieren adaptarse a los cambios sociales, se sugieren 10 factores, en clave de decálogo, para atender a las demandas de la sociedad:
1. Atención al cambio: Las universidades no sólo deben generar conocimiento, sino construir una cultura de innovación que sea el reflejo de lo que acontece en la sociedad.
2. Acciones híbridas: Generar acciones innovadoras aplicables a los procesos de entidades, organizaciones y/o personas
3. Cadenas de alianzas: Impulsar el trabajo con las entidades y organizaciones para generar valor en la esfera pública.
4. Espacios de experimentación: Hacemos referencia a un espacio físico o virtual (distribuidos y deslocalizados) donde se desarrolla la innovación. Debemos impulsar procesos de experimentación que vaya encaminados a fomentar la participación de la ciudadanía.
5. Acciones efervescentes: Acciones o servicios innovadores, pero sin visos de continuidad que dan respuesta a demandas específicas o procesos puntuales.
6. Capilaridad: Tenemos que ser capaces de generar modelos de innovación capilares de modo que la información fluya como entidad, entre las personas, a todos los niveles y en todas las direcciones. Puede darse a nivel interno, entre departamentos, a nivel de redes.
7. Catalizar: El trabajo colaborativo debe desarrollar un conjunto de factores que hagan posible la convergencia de elementos para que se produzca la innovación y facilitar las sinergias con entidades y organismos.
8. Errar: Contemplar el error como consecuencia de la experimentación en procesos es un paso previo y obligado al éxito de la innovación.
9. Escenarios de futuro (Thinking Futures): Hacemos referencia a la innovación que anticipa escenarios y marca hitos sobre los que trabajar y desarrollar estrategias de presente pensando en el futuro.
10. Gestión pública: Se trata de sumar a personas dedicadas a la gestión pública en las que se pueden generar otras formas de conocimiento.
En el mundo globalizado y competitivo en el que nos encontramos y en un futuro en el que ya nos encontramos, se espera que la cooperación universidad-espacio público y universidad- universidad, contribuya a generar conocimientos que se conviertan en innovaciones para lograr
una sociedad sostenible. Por ello, es urgente cambiar el paradigma de una universidad dedicada sólo a entregar titulaciones de profesionales y técnicos, para convertirla en una institución que integre en armonía la formación, la investigación, la innovación, la extensión y proyección social y comunitaria, con su propia gestión administrativa. Este cambio, además del diseño técnico, los recursos financieros y la colaboración gubernamental, requerirá, sobre todo, de la voluntad individual y colectiva para su puesta en ejecución. Es proponerse y trabajar de modo tal que, la universidad deseada, supere la universidad o las universidades que tenemos. Las universidades se deben a la sociedad y la innovación es el elemento diferenciador para avanzar y servir positivamente tanto a la comunidad universitaria como a la que está fuera de ella.
Artículo enviado como contribución al “Manifiesto de innovación pública desde las universidades”.
Foto de Toa Heftiba en Unsplash