En noviembre de 2016, el Open Government Partnership lanzó la llamada Declaración de París, un intento de crear la mayor red colaborativa para el desarrollo de proyectos de Gobierno Abierto en todo el mundo, con el fin de involucrar al mayor número de participantes. Bien sean administraciones públicas, centros o grupos de investigación y organizaciones o colectivos ciudadanos que estén interesados en crear nuevos espacios para el empoderamiento democrático de nuestras sociedades.
Esta declaración pone énfasis en dos cuestiones principales: el desarrollo de proyectos orientados a y desde la ciudadanía y por otro lado enfatizando la transparencia como eje vertebrador de los mismos.
El OGP fue lanzado en 2011 con el fin de impulsar una alianza de estados para impulsar las políticas de gobierno abierto con el fin de regenerar nuestras democracias, para lograr un mayor empoderamiento de la ciudadanía. Sin duda, uno de los grandes retos de futuro es cómo lograr una gobernanza inteligente, o mejor dicho cómo estructurar una gobernabilidad que permita desarrollar democracias más deliberativas que demoscópicas, tal como afirma el profesor Habermas.
Es este uno de los mayores retos de nuestro siglo, cómo imbricar globalización y democracia, a través de nuevos procesos y procedimientos, que permitan (re)diseñar un sistema que no estaba preparado para las dos grandes amenazas que tiene que asumir: la falta de una gobernanza mundial a través de la pérdida de poder de los estados en el líquido sistema financiero mundial y la infoxicación y aceleración constante de la información que nos ha traído dos nuevos conceptos a nuestra vida, el de politaintment y el de la posverdad.
Ha llegado el momento de hackear nuestras democracias.
En el próximo encuentro sobre eDemocracia de nuestro MediaLAB dialogaremos sobre estas cuestiones, pero mientras tanto os invitamos a que conozcáis el OGP y sobre todo su repositorio con herramientas y orientaciones para poner en marcha tu plan de gobierno abierto.