Polymedia, Facebook y diáspora romá: expansión etnográfica hacialo digital

Esta propuesta nace del trabajo desarrollado desde hace varios años por el Equipo de la Universidad de Granada perteneciente al proyecto MigRom con una red familiar romá procedente de Transilvania y presente en una docena de países y en más de 40 localidades de Europa, Norteamérica y (recientemente) Oceanía. El desarrollo de las TIC a nivel global ha ido en paralelo al proceso migratorio de este grupo, pudiéndose identificar en distintas etapas del mismo las fases de una evolución comunicativa que desemboca en el actual universo polymedia. En este sentido, esta comunidad ha experimentado un proceso de socialización y alfabetización digital en diversos ecosistemas comunicativos, apropiándose de posibilidades digitales para superar barreras físicas y emocionales en una diáspora conectada digitalmente. A las necesidades personales, que pueden llegar a sostener el proyecto migratorio, se unen de igual modo dinámicas de reproducción y resistencia cultural, tomando como vehículo smartphones, cheap calls y aplicaciones como WhatsApp y Facebook.
Para analizar estos procesos hemos seguido y estudiado el uso que una red romá Korturare hace de teléfonos inteligentes y de la app Facebook, observando la potencialidad de esta plataforma como espacio capaz de reproducir y transformar la cultura romá, ofrecer apoyo a individuos y familias que se abren camino en países desconocidos y fomentar la adopción de innovaciones, capaces de generar cambios sociales pero también mecanismos de control social y mantenimiento de orientaciones normativas. Nuestro abordaje metodológico se centra en las nociones de etnografía expandida y netnografía de Roser Beneito-Montagut y Miguel del Fresno respectivamente, enmarcando las interacciones sociales, objeto de estudio antropológico, en un continuum entre los planos de relación online y offline.
El análisis del ciberespacio es una oportunidad de acercarse a nuevos ambientes donde las personas construyen prácticas y discursos, al mismo tiempo que recrean experiencias a través de la mediación de nuevos dispositivos y aplicaciones. Es por ello que aproximar la antropología a lo digital supone no sólo una nueva oportunidad, sino también una problematización metodológica y ética que pone de relieve la necesidad de nuevos planteamientos y respuestas en un campo digitalizado con fronteras difusas que, literalmente, se nos viene encima. De igual modo, ejemplifica la importancia de acciones interdisciplinares, capaces de integrar en un proyecto diversas estrategias que permitan trabajar con los enormes flujos de datos que se generan a cada minuto en los nuevos espacios en red.