Ciberbulling y territorios digitales: claves para un adecuado abordaje desde la perspectiva educativa

Por Luis Miguel Rondón García, Juan Lorenzo Bermúdez Díaz

Universidad de Granada // Universidad de Málaga

Comunicación Congreso Internacional Territorios Digitales 2017 Ciberpsicología y comportamiento online

El ciberbuylling o acoso electrónico es un problema social que subyace en la sociedad del conocimiento de la presente centuria de forma inexorable. Esta digitalización imbrica cambios en la forma de relacionarnos a un ritmo vertiginoso, que precisan del abordaje desde los diferentes sectores sociales.
Según las circunstancias descritas, en esta comunicación analizamos en qué medida las tecnologías de la información, esencialmente internet y el teléfono móvil, pueden hostigar a los educandos en el medio escolar. Al inicio de cada nuevo curso, la violencia comienza dejando manifestaciones alarmantes en el sistema educativo, provocando sentimientos de indefensión y un enorme impacto emocional en las cibervíctimas.
En el trabajo empírico realizado, el objetivo esencial ha sido analizar la visión, el discurso en torno al acoso escolar, desde la perspectiva de los tres actores principales del sistema educativo. En el proceso metodológico cualitativo y mediante la técnica de los grupos triangulares con nueve sujetos participantes: tres padres/madres, tres alumnos/as y tres profesores/as; se muestran los elementos en común y los diferenciadores.
En los resultados, hemos podido observar que los encuestados coinciden en señalar a la víctima y al agresor desde una etiología individual, con poca incidencia en las causas sociales. Los participantes del profesorado, consideran en general que es un problema de gran magnitud, que requiere la implicación de todas las partes que componen el corolario de la sociedad. Por otra parte, los padres, parecen desconocer el impacto de este fenómeno y los mecanismos para su adecuado abordaje. Por último, los educandos, son los que ponen la señal de alarma sobre la trascendencia de este problema y responsabilizan al profesorado y las familias del control en el uso de dispositivos tecnológicos.
Todas las personas coinciden en la importancia del apoyo social y de sentirse seguro en el ambiente familiar y escolar. Los educandos no lo comunican por miedo a represalias; por indiferencia de los padres; por vergüenza; o simplemente por no saber cómo actuar.
En síntesis, concluimos que que los diseñadores e investigadores de las nuevas tecnologías deber conocer los efectos que éstas suscitan en las personas. Deben incluir la dimensión ética y la transcendencia didáctica en cualquiera de su uso y aplicaciones. No se pretende negar la gran utilidad de las redes sociales, de internet, pero siempre debe tener presente una actuación pedagógica que propicie la interacción con la misma, desde un plano educativo, constructivo, relacional y deontológico. Es imprescindible poner en marcha medidas desde la familia o la escuela, como principales espacios de la intervención educativa, para capacitar en el uso responsable de la red a los jóvenes y menores. Para evitar que se conviertan en ciberacosadores, debemos concienciarles, humanizarles, porque detrás de una pantalla siempre hay una persona y esta merece ser tratada con respeto. En ningún caso la libertad de expresión puede ser la excusa para dañar al otro o lesionar sus derechos.

Ciberbulling y territorios digitales: claves para un adecuado abordaje desde la perspectiva educativa