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Estrategias para una Educación Abierta

Ha llovido mucho desde aquel año 2008 en el que se lanzó el primer MOOC (por George Siemens y Stephen Downes), o desde el 2011 cuando apareció el primer MOOC verdaderamente masivo sobre “Inteligencia Artificial”, y desde que en el 2012 ya consolidados, la revista New York Times les dedicó su portada anual con el título “El año de los MOOC”.

Desde entonces todos nos hemos subido al carro de los MOOC, con mayor o menor acierto, con iniciativas propias o sumándose a otras… el caso es que los MOOC han proliferado por universidades e instituciones de todo el mundo.

Iniciativas MOOC actuales en Europa. Fuente: openeducationeurope.

 

Parece que el debate “MOOC sí / MOOC no”, se ha acabado, ya no tiene sentido. El debate no es ése, sino, el cómo adoptarlos y gestionarlos.

No eran una moda, han venido para quedarse ¡y aquí los tenemos! Consolidados y de éxito.

Ayer mismo el Consejo Social de la Universidad de Granada reconoció el valor que pueden tener estos cursos abiertos, otorgándole uno de sus Premios 2015 al MOOC “La Alhambra: historia, arte y patrimonio” organizado por CEVUG, CEI-BioTic y Escuela de la Alhambra.

MOOC AlhambraMOOC “Alhambra: historia, arte y patrimonio” Universidad de Granada, 2013.

En ese sentido me parecieron especialmente significativas las palabras del Presidente del Consejo Social, Gregorio V. Jiménez López sobre la importancia de la innovación y sobre cómo este tipo de iniciativas llevadas a cabo por la universidad o instituciones son un estímulo necesario para la sociedad.

La Universidad debe ser ese motor de innovación y estimulo que se le espera.

Los MOOC han ganado la partida.

Es responsabilidad de las instituciones analizar y aprovechar las oportunidades que pueden traer los MOOC y sus posibilidades como motor de cambio. Pero para ello se hace imprescindible disponer de los instrumentos adecuados para la gestión de estos nuevos modelos y sacarles el mejor provecho.

Ahora más que nunca, se espera de la universidad que cumpla esa labor de eje de innovación que siempre se le ha supuesto.

Apostar por la innovación y una educación abierta, implica que la universidad desarrolle un plan director o estratégico que recoja los siguientes niveles de actuación e implicación.

Belén Rojas, #OpenEducationWeek 2016.

Belén Rojas, #OpenEducationWeek 2016.

A nivel estratégico es fundamental la implicación institucional y la elaboración de un marco teórico y de referencia que dé cabida a la Educación Abierta.

En cuanto a nivel administrativo es obvio que debe haber colaboración y flexibilidad entre las diferentes unidades, centros… que no es más que un reflejo de una buena adecuación orgánica y funcional de las estructuras de la universidad para este ámbito.

A nivel de conocimiento incentivar a los docentes y expertos de la institución para participar en programas de educación abierta. Estimular la excelencia y visualizarla dentro y fuera de la institución.

Contar con un equipo técnico especializado para llevar a cabo la implementación de todas esas iniciativas de Educación Abierta y MOOC.

Diseñar ese plan director y ponerlo en marcha constituirá una prioridad en las instituciones y universidades que quieran dar continuidad a un modelo que funciona: la Educación Abierta.

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